Los recuerdos que me trae este lugar, la fuentecita, el lavadero o la fuente adentro, nombres éstos dos últimos con los que siempre fue conocida, hacen que sea uno de los primeros lugares que yo visite cuando voy a Bornos, y siempre que el monstruo del pantano no la tenga oculta bajo su manto, naturalmente.
Para aquellos que no lo sepan, Bornos tenía tres lavaderos públicos: El Molino Ancho, a el que iban a lavar las mujeres que vivían próximo a esta zona, parte izquierda de Bornos si consideramos como eje longitudinal divisorio la calle El Puerto en su sentido La Fábrica - calle Jardín, mientras que las que vivían en al lado opuesto lo hacían en los dos actualmente cubiertos por el pantano; Fuente Adentro ( Fuentecita ), nombre dado posiblemente porque en ésta, las mujeres lavaban metidas en agua hasta....., bueno, siempre dependía de la estatura de la lavandera; y la Fuente Afuera, lavadero que estaba situado próximo al anterior pero más hacia el río.
También existían otros lugares donde lavaba la población residente en la parte más baja de Bornos, geográficamente hablando, naturalmente;:Granada, Ancha, Corrales, etc..
Tal vez esta añoranza que sobre este lugar yo albergo, venga de mi más tierna edad, cuando mi madre me llevaba allí y yo me metía en la fresca cueva por la que fluía el agua clara y fresca que alimentaba al lavadero, y me bañaba en su lugar denominado " cojollo ", lugar donde una vez lavada la ropa se aclaraba, o sea, función equivalente al aclarado en nuestras actuales lavadoras. De aquí vienen dos estrofas de mi poesía " A ti, mujer bornicha ":
Por la mañana muy temprano
al lavadero te dirigías,
con tu ropoa en la cabeza
sin detergentes ni legías.
El taco de jabón y la piedra
eran tus herramientas
para dejar como el oro
pantalones, camisas y chaquetas.
Como dice la canción, " hoy he vuelto a pasar por aquel camino verde ", para ver mi fuentecita, pero, tal como os la muestro en la fotografía que tomé el ´sabado pasado día 18, el "monstruo, que con la falta de lluvias se bate en retirada, se resiste a darle a este" lugar de mis recuerdos" la autonomía que merece y, vencido por su peor enemigo, el verano con su sequía, parece decirle a mi fuente: " espérame un rato, pronto volveré para taparte otra vez con mi manto grueso de aguas".
Después de haber pasado una semana inolvidable en Bornos, os envío mis más afectuosos saludos.
Juan Cabrera Sánchez.
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