¿VOLVEREMOS A LAS ALPARGATAS?

En un artículo de Manuel  Vicent, cuenta como Sísifo (un personaje de la mitología griega) fue condenado  por los dioses a cargar con una pesada piedra hasta la cima de un monte, pero siempre cuando estaba a punto de llegar a ella ,la roca se le escapaba de las manos y caía al afondo del valle. Sísifo tenía que volver una y otra vez a empezar.

Este mito,  se puede aplicar  a lo que nos está ocurriendo ahora con  esta política que está  haciendo  el PP.   y  que nos está llevando al abismo otra vez después de tantos sacrificios como nos ha costado (a todos) alcanzar un cierto grado  de bienestar  en nuestras vidas y llegar a esa cima.

Como dicen Vicent,  hace varios años que  todos los de mi generación empezamos  a querer subir esa roca a la cima de la montaña. Primero descalzos, luego con alpargatas, después con sandalias de goma, mas tarde con zapatos de Segarra, siguió con el biscúter, continuó con la vespa, el seiscientos. Los jornaleros se fueron a Alemania y aquí en España seguíamos  con  las carreras delante de los “grises” y algún que otro día en la cárcel,    pero con la piedra al hombro ,  a pesar de todo,  empezamos a saborear el pollo a l’ast y   los calamares a la romana  e  irnos  los domingo al “hoyo chocha” después de misa   ( eso sí),    a comernos una tortilla de patatas  y  seguíamos   subiendo la cuesta.

Los Beatles se pusieron a cantar, después  murió aquel sátrapa,  llego la libertad y la democracia,   y estábamos   llegando a la cumbre con la piedra, pero con el golpe del 23 de febrero,  la piedra casi se nos escapa  de nuevo ladera abajo. Remontamos un poco más pero cuando  ya estábamos  a punto de llegar a  la cumbre, la piedra se nos ha escapado y a empezado a rodar ladera abajo  y ahora está rodando y nadie sabe a que altura del monte se detendrá, si en la de los años del hambre, de la cartilla del racionamiento, de la sardina arenque liada en un papel de estraza  o   puede que también se lleve cuesta abajo la democracia, la cultura, la libertad, y todos los sueños de una generación y las de sus hijos, que no han tenido la culpa de que los políticos, los banqueros y los ejecutivos hayan sido tan golfos e ineptos.

Esperemos que la piedra no siga cayendo al fondo del valle, y no nos cueste otros cuarenta años de sufrimientos y miserias para volverla a elevar.

Perico Calderero.