A pesar de que se auguraba un tiempo muy distinto, el día amaneció
soleado e invitando a la manga corta. Algún bornicho influyente debe haber
donde se rigen las pautas metereológicas… “Quillo, dejarse de cachondeo que mañana no puede llover en Sant Celoni,
carajo” debieron ser sus palabras el sábado anterior.
Por primera vez en las cuatro ediciones del evento, la
Asociación de Bornichos en Cataluña acogía una doble
responsabilidad. Además de organizar el encuentro, sus miembros y colaboradores
prepararían y servirían la comida. Un menú gaditano compuesto en su totalidad
por platos y productos de nuestra tierra. El resultado fue maravilloso: la
comida estaba riquísima y ni el mejor equipo del restaurante con más estrellas,
tenedores y sacacorchos lo hubiera hecho tan bien. Todos degustaron sin espera
alguna los deliciosos picadillo con caballa, surtido de embutidos mar y
montaña, berza y tocinito de cielo. Y nadie con la copa vacía, y pan por
doquier para la pringá…
Casi doscientas personas satisfechas, hartas y contentas. Es el mejor
premio para los organizadores. No todos los asistentes eran de Bornos, lo cual
aporta al evento un fin promocional inigualable. Además de erigirse como una
reunión de paisanos en la distancia, constituye también un balcón turístico de
primer nivel, pues todos estos no bornichos, pero sí bornichistas aseguraron
haberse quedado prendados del ambiente pancipelao y prometieron visitar Bornos
más temprano que tarde. Incluso el alcalde de Sant Celoni retomó en su discurso
el interés por lograr el ansiado hermanamiento.
Las exposiciones sobre la emigración bornicha y los cuadros de Manu
Sevillano despertaron el recuerdo, la nostalgia, la fibra pazanta… Se destacó
la figura de Rosario La Callá,
quien demostró que, aun llevando más de
50 años fuera de Bornos, lleva el ¡BO! tatuado en las entrañas. Y el fin de
fiesta con las actuaciones de Miriam López y Miguel Ángel Franco, éste con José
Gabriel Calderón a la guitarra, fueron espectaculares. Hubo quien se arrodilló
incluso para rendir pleitesía al arte.
A Bornos lo hacen grande los bornichos, los nacidos entre el Bujeriyo y
el Silo y los que no lo conocieron hasta más tarde, pero pierden pie por
nuestro pueblo. El bornichismo está de moda y la Asociación de Bornichos
en Cataluña lo va a defender y difundir siempre.
José Bermúdez
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