La
abundancia que nos hizo pobres.
Como ya
relataba yo en las dos partes anteriores de este relato, " Medio
siglo, dos épocas ", los españoles, y
mayormente los políticos, que creíamos que la
bonanza económica aparecida por la
expansión de la construcción era indefinida
nos pusimos a tirar la casa por la ventana, ejemplo de
ello son los noventa mil millones de euros
que, según fuentes oficiales, se
malgastaron en 2011, o esos casi 400
millones gastados por las comunidades autónomas en sus embajadas.
Y
después llegaron las vacas flacas y las espigas
marchitas del faraón. Aparte de todos
los factores negativos que se están produciendo
en nuestra economía, ahora tenemos que aplicar el
conocido refrán: " no cabíamos en casa y parió la abuela”.
Muchos
municipios, que ante la llegada masiva de
inmigrantes doblaron su población, tuvieron
que aumentar considerablemente su número de
funcionarios y servicios. Además, gran parte de la
carne de aquellas vacas gordas se destinó a
los servicios sociales para repartirla entre los miles
de inmigrantes ilegales que decían estar faltos
de recursos. Actualmente, los ayuntamientos han perdido gran
parte de sus fuentes de ingresos, por cuyo
motivo, aquella carne de las repetidas vacas gordas ha
sido suplida por una inmisericorde subida de impuestos.
Así era mi
barrio. Hace
años, mi barrio estaba enmarcado dentro de una ciudad
tranquila y apacible con 0 % de población en paro. Hoy,
este barrio, que con la llegada de inmigrantes fue abandonado
por la mayoría de la población autóctona, ha cambiado
completamente su fisonomía. Ahora, la carnicería
de Joaquín se llama " El Kadiri "
Carnicería Halal; la frutería de la Inma, ahora se
llama " Fruites El Rif "; en el
restaurant " La Brasa ", ahora se
sirven Kebabs y Drum. Los parques y plazas que
antes eran lugar de recreo de pequeños y mayores, ahora sólo
son utilizados por la población inmigrante. Y así sucesivamente.
No
obstante, si lo que deseaban los gobiernos precedentes era
evitar que España se convirtiera en un país de viejos lo han
conseguido. Hoy el potencial de padres dispuestos a
traer hijos al mundo está garantizado. Así, en
estas ciudades con una alta tasa de inmigrantes faltan colegios,
institutos, centros lúdicos, centros médicos y recursos
económicos para cubrir las necesidades de estos
colectivos.
La
pobreza que nos contagia. Según los datos publicados por
el Observatorio Permanente para la Inmigración, España, con un 15,
9 % de población inmigrante estaba antes de la crisis
económica a la cabeza de los países europeos en cuanto al envío de
remesas de dinero hacia otros países. Así, según dicha
publicación, estas remesas se situaban por encima de los ocho mil
millones de euros anuales. No obstante, el consumo de estas
personas en nuestro país se reduce a una simple
supervivencia, ignorando todo aquello que se pueda considerar superfluo
incluso en la alimentación. Pero quienes más acusan esta pobreza
son las comunidades de propietarios en las que viven,
ya que en la mayoría de los casos no contribuyen al
mantenimiento de éstas. Por este motivo, en muchas de
estas escaleras de vecinos y debido a la alta morosidad han
cortado servicios tan importantes con el ascensor o la
luz y el agua, y con ello han empobrecido a
las demás personas que les rodean.
Volviendo al
principio de este tema, " medio siglo, dos épocas
", en el que he tratado de hacer una comparación entre
las dos etapas que yo he vivido, sólo quiero añadir una
reflexión: El autoritarismo del gobierno de Franco nos aplastaba;
el mal funcionamiento de la democracia nos está ahogando.
Como
siempre, os envío un afectuoso saludo.
Juan Cabrera.
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