Estimados bornichos: Una vez más he sido
vencido por la atracción que sobre mí ejerce nuestro pueblo, Bornos. Esta vez
he visitado lugares de mis recuerdos, de niño y adolescente, de cuando iba a
buscar espárragos y de cuando cargado de tabaco descansaba junto a aquella
fuente.
Después de más de medio siglo la encuentro tan cambiada, tan diferente, que no me atrevo a afirmar que aquella sea la fuente, la fuente del Acebuchá. Expongo un par de fotos de su estado actual y quiero preguntar a cuantas personas la conocieron: ¿ es ésta la fuente del Acebuchá?, ¿ de las Anderas ?, ¿ del Puntal ?
Después de más de medio siglo la encuentro tan cambiada, tan diferente, que no me atrevo a afirmar que aquella sea la fuente, la fuente del Acebuchá. Expongo un par de fotos de su estado actual y quiero preguntar a cuantas personas la conocieron: ¿ es ésta la fuente del Acebuchá?, ¿ de las Anderas ?, ¿ del Puntal ?
Recuerdos de una
fuente
Entre mugidos de vacas
y al son de algunos cencerros
se oye un cante por serranas
que canta un esparraguero
bajando por El Puntal
para refrescar su garganta
en la fuente.
Fuente del Acebuchá,
dueña de mis recuerdos,
descanso del caminante
de tus caminos polvorientos,
del vendedor ambulante,
del aperreado esparraguero,
del cansado contrabandista
y del sediento recovero;
del avezado cazador
y hasta del zagal pavero;
que acudían hacia ti
para inclinarse en tu pecho
Entre mugidos de vacas
y al son de algunos cencerros
se oye un cante por serranas
que canta un esparraguero
bajando por El Puntal
para refrescar su garganta
en la fuente.
Fuente del Acebuchá,
dueña de mis recuerdos,
descanso del caminante
de tus caminos polvorientos,
del vendedor ambulante,
del aperreado esparraguero,
del cansado contrabandista
y del sediento recovero;
del avezado cazador
y hasta del zagal pavero;
que acudían hacia ti
para inclinarse en tu pecho
y beber el agua clara
que brotaba de tu seno
como en el volcán
brota su lava ardiendo.
Diste de beber al Puntal,
balcón del Guadalete,
donde se oía algún cantar
y era cuna de buena gente.
También regaste su huerta,
la huerta del Acebuchá,
la que te daba tributo
con gran perfume de azahar.
Hoy he vuelto para verte
y ya no eres la misma,
aquella mi querida fuente;
hoy te tienen cercada
con alambres tensos
y fuertes y donde brotaban
tus aguas claras ahora
brotan cañas y limo verde.
Pero aún siento la alegría
al ver cómo corren tus aguas,
aunque sea por una tubería
y una embarrizada zanja.
que brotaba de tu seno
como en el volcán
brota su lava ardiendo.
Diste de beber al Puntal,
balcón del Guadalete,
donde se oía algún cantar
y era cuna de buena gente.
También regaste su huerta,
la huerta del Acebuchá,
la que te daba tributo
con gran perfume de azahar.
Hoy he vuelto para verte
y ya no eres la misma,
aquella mi querida fuente;
hoy te tienen cercada
con alambres tensos
y fuertes y donde brotaban
tus aguas claras ahora
brotan cañas y limo verde.
Pero aún siento la alegría
al ver cómo corren tus aguas,
aunque sea por una tubería
y una embarrizada zanja.
Autor: Juan Cabrera.
1 comentario:
Lo dicho Juan,lo dicho. Debería haberte dedicado a la poesia.
Bueno, supongo que nos veremos pronto, hay trabajo por hacer.
Un abrazo amigo.
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