Esta mañana desanduve los más de mil kilómetros de
distancia y regresé, gracias a la edición digital de La Voz de Cádiz, a Bornos
para comprobar decepcionado que el ayuntamiento somete a votación popular la
celebración con suelta de toro de la festividad del patrón. Acabo de cumplir
treinta años y recuerdo perfectamente que hace veinte ya existía este delicado
debate entre la clase política bornense, situándolo siempre como un temible termómetro
electoral. He llegado a bromear conmigo mismo imaginando que Bill Murray pasó
por nuestro pueblo para rodar Atrapado en
el tiempo y que, lejos de aceptar al cernícalo como futurólogo, prefirieron
el vaticinio de la tradicional marmota yanqui.
Me excita la idea del referéndum (también la de las
listas abiertas, mas no vayamos a mezclar…), pero tengo la sensación de que lo
que se pretende desde el consistorio con esta consulta es evadir una
responsabilidad y posicionarse lo menos posible en una cuestión que genera
sorprendente tensión. Ampararse en la opinión de la mayoría es tan democrático
en unos casos como pusilánime en otros.
No soy antitaurino; defiendo la tradición cultural y
artística (que lo llame arte no gustará a algunos…) española en la mayoría de
sus expresiones. Pero destinar una cantidad importante de dinero en la época
actual a algo tan efímero y escasamente
provechoso como la suelta de dos morlacos por las calles del pueblo me parece
un gesto inmaduro y de escaso compromiso social con el progreso del pueblo. Llegados
a este punto, los comerciantes y hosteleros paisanos, tan beneficiados ese día,
no me mentarán para bien. Y es por eso que a ellos me dirijo.
Imaginad que el Ayuntaminto de Bornos emplea esa
misma partida presupuestaria en proponer a Pepe Monforte, creador del exitoso
proyecto de promoción gastronómica Cosas
de Comé, la celebración del I Congreso de Cocina Gaditana en Bornos con la
participación y ponencia de importantes cocineros de la provincia como Ángel
León, Juan Valdés o Pepe Melero, así como la exposición y cata de los productos
y platos bornichos tales como los embutidos y hortalizas de nuestras escasas
huertas. ¿Acaso no se trataría de una acción de promoción que, bien
desarrollada, generaría turismo, visibilidad y emprendimiento en nuestro
pueblo?
Os sugiero otra propuesta. Es muy ventajosa y
estratégica la situación geográfica de Bornos y la carretera que por nuestro
pueblo atraviesa puede desembocar tanto en el mar como en el monte gaditanos.
Dado el tránsito que ello ocasiona, valorar la posibilidad de acondicionar una
extensión de terreno para habilitar una zona de estacionamiento para
avituallamiento de autocaravanas conllevaría la entrada en nuestro pueblo de
una importante comunidad de viajeros y turistas que consumirían en nuestros
comercios. No me estoy refiriendo a un camping, que ya tenemos y cuya cesión a
Lijar Sur celebro entusiasmado, sino a un espacio sencillamente adaptado que
permita un alto en el camino y ocasione el regreso de Bornos al mapa. Se me
ocurre que la zona de El Tejar, céntrica y de fácil acceso, sería fantástica
para este fin.
Desde mi lejanía, lanzo una modesta petición a los
responsables políticos. No sólo pregunten si se desea la suelta del toro o no.
Soliciten, para las respuestas negativas, alternativas emprendedoras para el empleo
de ese dinero. Seguro que muchas resultan interesantes.
José Bermúdez
2 comentarios:
No creo que haya tantos beneficios para los bares, está comprobado, y a las fotos me remito, que solo vienen los cuatro chavales de Arcos a los que le gusta esta fiesta, y se toman cuatro litros, la economía no da para más.
Yo si soy antitaurino, no entiendo como el maltrato animal se puede excusar bajo la palabra “tradición”. Ahora bien, soy consciente de que es algo que no se puede hacer desaparecer en dos días, por los miles de aficionados que tiene y por el dinero que genera a muchas familias, pues se trata de un negocio. Hay que ir creando restricciones a la fiesta e imponiéndoles normas hasta que poco a poco en un plazo de 10 a 15 años termine por desaparecer.
Y dejando el motivo taurino a un lado, estoy totalmente de acuerdo en que no se trata de si tiene que haber toro en Bornos o no, se trata de dar la mejor utilización posible al dinero que acarrearía dicha fiesta. Cualquiera de los dos motivos expuestos por José Bermúdez en el texto me parecen más provechosos económica y turísticamente hablando que la suelta del morlaco.
Pedro J. Parra
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